CAPÍTULO X. CORTE DE LA SOLANA SOBRE 1.978.-
Este año, en plena campaña de recolección de judías y tomates, cuando más agua se necesitaba, se produjo un corte junto al denominado Cortijo de Galvín, que destruyó unos ochenta metros de “LACEQUIA” y arrasó la finca y plantación de chopos de un participe.
La reparación requería construir un elevado muro cuyas obras se consideraban duraderas y peligrosas, para los trabajadores, y además con tantos días cortada “LACEQUIA”, se secaba la cosecha. Por dicho motivo la Junta de Gobierno decidió urgentemente acometerlas inmediatamente mediante el sistema de tubos de gran dimensión.
Aquella misma tarde se pidieron camiones de tubos para que los trajesen a la mañana siguiente, y los Presidentes de la Junta y del Sindicato se fueron urgentemente a Granada a buscar una máquina de cadenas.
Se entrevistaron con un constructor y le plantearon el problema de que el pan de muchas familias dependía de que hiciera el favor de enviar una máquina para los trabajos, y ante este planteamiento el hombre accedió , y por la mañana estaba la máquina dispuesta.
Se preparó una cuadrilla de participes, de la mano del albañil D. José del Rio Cebrián y comenzaron los trabajos de colocación de tubos, los cuales se realizaron en 30 horas ininterrumpidas.
El mérito y lo más valioso fue que ningún hombre de los que componían la cuadrilla permitió ser relevado por nadie. Todos decían que ellos habían comenzado el trabajo y ellos tenían que terminarlo. Comieron dos o tres veces a pié de obra.
Una vez finalizada, varios de ellos fueron a la Presa a echar el agua y el resto estuvo a pié de obra hasta que vieron pasar el agua y estuvieron seguros de que todos los participes podían iniciar de nuevo el riego de sus cosechas.
El esfuerzo que hicieron es impagable, ya que es dificilísimo encontrar personas dispuestas a iniciativa propia, para trabajar tantas horas seguidas, pero en “LACEQUIA” esto siempre ha sido fácil.
Continuará…………………………………… M .Velázquez